lunes, 18 de abril de 2011

Ezabaketa bidezko muralak

Murales mediante borrado



Existe ya un documental que trata la reciente apreciación de los diversos rectángulos grises de borrados del graffiti titulado ‘The subconscious art of graffiti removal’ del director norteamericano Matt McCornick.

Dentro de los ejemplos de borrado de graffiti se encuentran, además de los realizados por las brigadas de limpieza de los ayuntamientos, también las de individuos que de manera voluntaria han decidido borrar cada graffiti que encuentran a su paso. Esta acción ha ido tomando tal fuerza que en algunos casos tales actitudes compulsivas han creado una serie de manchas que pueden relacionarse ya con una nueva variante de graffiti. Entre estos autores encontramos a Fred Radtke o a Joe Connolly. Este último dice entender perfectamente que el graffiti es un juego del gato y el ratón y que los roles cambian dependiendo de quién pinta y quién borra en cada momento.

Javier Abarca plantea en sus escritos sobre este tema de las tapadas cómo estos casos vuelven “a hacernos cuestionar la finalidad última del borrado del graffiti, en algún lugar entre el deseo de mantener una uniformidad estética en el entorno y la necesidad de reprimir la capacidad comunicativa del individuo de a pie. Sus actuaciones van claramente más allá de lo que la primera finalidad justificaría. En sus manos el parche gris ya no pretende integrarse en el entorno, se convierte en cambio en un fin en sí mismo: una herramienta publicitaria, equivalente al nombre del escritor de graffitihttp://urbanario.es/archives/145.

Situamos en este contexto una  experimentación realizada en la calle en Bilbao. En este caso también se trata de una especie de juego que comienza con la realización de unas pintadas específicas que funcionaran como órdenes de limpieza dirigidas al ‘borrador’, quien siguiéndolas, más aportándole su criterio sobre forma y cromatismo, realizará la tapada que el primer autor se había propuesto; acercándose más o menos al deseo previo de este.
Este mecanismo del borrado plantea nuevas vías de intervención en la calle.

En este caso se observa el inicio de la partida por parte de Katusai con una pintada de un ‘pene’ junto a varias manchas no figurativas, dirigiéndose a la brigada de limpieza del ayuntamiento de Bilbao, tratando de que ellos colaboren sin saberlo en el trabajo mural que se ha propuesto.

1ª fase

2ª fase

3ª fase

4ª fase

Concibe este juego también, como decía Joe Conolly, como una especie de gato y ratón, donde los roles de ambos van rotando en función del turno de cada uno. Cuestiona aquí las concepciones de ‘mancha’ como algo incorrecto o ‘limpiada’ como algo correcto, que resulta siendo mancha también y que termina siendo en ocasiones incluso más llamativo, e intrusivo quizás, que lo que tapa.

Ha realizado otras series de este tipo en diferentes barrios de la ciudad eligiendo diferentes motivos provocativos que ejercieran de llamada a la orden limpieza, pero los resultados no han sido siempre satisfactorios o no han dado continuación a la partida. A veces, por los diferentes criterios de los brigadistas de limpieza, antes de llegar al último paso el técnico ha tomado la decisión de cubrir todos los demás parches de diferentes tonos bajo un mayor rectángulo del mismo color, con lo que ha dado fin al juego destruyendo todos los pasos anteriores. En otras ocasiones, el tono elegido para tapar la pintada ha resultado ser tan similar al tono base de la pared, que como un buen trabajo de cromatismo por parte del técnico, el parche ha sido inapreciable.




Algunas imágenes más obtenidas a partir de este procedimiento:










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